jueves, 4 de agosto de 2011

La barca

Richard estaba sentado en una roca, en la playa, con la marea alta, ya que hacia horas estaba sentado en esta y al crecer ya no podía salir de esta roca sin mojarse y nadar en esa fuerte corriente, la luna estaba brillando más que nunca y completamente redonda y perfecta a su mirada, el ruido de las olas y el olor a salitre lo dejaban en un estado de idiotismo el cual se transformó en una especie de burbuja de pensamientos y estuvo unas dos horas sin razonar ni sentir ni siquiera su propia respiración frente al gran silencio que había, de la nada empezó a sentir que flotaba y flotaba, era que su imaginación lo estaba haciendo ir a otro mundo. 
A las 11:59 P.m. la espesa neblina le impedía ver con claridad un barco que estaba a unos pocos metros de él, aparentemente estaban pescando con una red, lo único que veía era el contorno y la fuerte luz que llevaban, de repente se dio cuenta que tendría que haberse ido hacia horas y sintió el fuerte deseo de volver a su casa, pero no sabía porque tenía una curiosidad extrema hacia ver de que era ese barco, ya que esa zona no era una zona común para pescar, entonces Richard les gritó por impulso, y aunque estaban muy cerca y casi en completo silencio solo el ruido del mar no tuvo respuesta alguna, estuvo aproximadamente un minuto mirando fijamente aquel barco y en un momento la neblina se hizo mucho menos espesa y pudo divisar algo que le parecía un cuerpo humano, y definitivamente lo era, un cuerpo lleno de algas y ensangrentado, con desesperación en su cara. Al ver esto se lanzó al agua sin pensar en nada solamente salvar a esa persona de ahogarse o ayudar a quienes lo estaban sacando. Mientras nadaba hacia la mayor fuerza posible para llegar más rápido pero no avanzaba, no entendía la razón. Hasta que frente a la desesperación le grito a los del barco, los cuales no dieron respuesta alguna, como si no les importara. Luego el pobre Richard quedó vencido por la fuerza del mar, pero por alguna razón la corriente lo llevo hacia otra roca, la cual en todos sus años de ir a esa playa nunca había visto. Casi desmayado apenas podía mover su cabeza para un costado e intentar ver donde estaba, no reconocía nada, no entendía nada, no sentía nada, ni siquiera sentía el dolor. En ese momento un barco se acercó hacia la roca en la cual estaba él, de manera sigilosa, como una barca mortífera y tétrica, repentinamente fue deslumbrado por una especie de foco y salió una persona misteriosa de este barco la cual lo levanto y para su sorpresa pudo seguir caminando sin su ayuda, le hizo una seña como exigiendo que lo acompañe, el nervioso lo acompaño y se subió a esta barca, el barco zarpó y mientras se alejaba de la costa a lo lejos se veía que se encendió el faro de la medianoche.





Ferchu Fernández
Creado el Viernes, 28 de mayo de 2010

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