lunes, 12 de septiembre de 2011

Sombras de realidad, Capítulo 5


Introducción Consulta con el Dr. Harrison.
Apenas Rodolfo entró, vio a aquél hombre que tanto sabía de él sin él conocer nada más que su nombre, su apariencia física y algún que otro detalle. Aquél que era más como un amigo callado al que le contaba todo y siempre lo escuchaba.
-¡Tanto tiempo Rodolfo, pasa!- saludó este hombre, alto, flaco, con una barba muy parecida a la de Freud, con sus lentes de lectura cubriendo sus negros ojos. Ya los años habían pasado y no tenía ese color de pelo y barba rojizo, sino que era un blanco nieve, aunque al parecer su estado físico y su humor seguían intactos a diferencia del color de su cabello.
Se saludaron y Rodolfo se acomodó en el diván mientras Roberto buscaba una libreta para anotar todo lo que sea de importancia para su criterio.
Consulta con el Dr. Harrison.
-Bueno, empecemos…cuéntame ¿cómo está tu vida, seguís estudiando o trabajas?- Preguntó el psiquiatra.
-Trabajo, estoy en una empresa donde hacemos propagandas para otras empresas y cosas así, no es la gran cosa pero me gusta este trabajo. – respondió Rodolfo.
- Muy bien, me alegro entonces que estés haciendo algo que disfrutes. ¿Y en este tiempo estuviste saliendo con alguien o hiciste nuevas amistades?
- Emm, sí, estuve saliendo con algunas mujeres, pero con la que más dure fue hace un año, estuve seis meses. Pero me di cuenta que ella no era para mí. Y amigos hice un muy buen amigo en mi trabajo. – Luego de un silencio agregó - También conocí bastante gente en un bar ubicado por mi casa.
- ¿y esas amistades son buenas personas?
- Sí, lo  son.-  Respondió con una expresión de sospecha en su rostro.
- ¿No te han incentivado a hacer cosas que no deberías, cierto?
-Ya veo a dónde quiere llegar- dijo el paciente con una sonrisa y añadió – si quiere decir sobre drogas no, no he consumido nada, solamente tomar algo de alcohol pero nada de lo de antes.
-  No estaba insinuando nada pero me alegra oírlo – respondió el médico y luego de unos segundos mirando fijamente hacia los ojos de Rodolfo continuó.- Bueno, por lo que veo estas curado de tu adicción, y a todo esto entonces, ¿Qué te trae por aquí después de tanto tiempo sin vernos?, no creo que sea porque extrañabas las sesiones conmigo o quisieras pagar para preguntarme como estoy yo y tener una simple charla.
- Bueno, veamos, es extraño decir esto, luego de tantas cosas que me pasaron que me llegue a preocupar por esto… pero estoy teniendo sueños muy extraños, y no fue una vez una pesadilla, sino que se repitió, que yo recuerde fueron dos o tres, pero mi última fue traumatizante.- Rodolfo paró para ver la reacción de su médico.
- Continúa.- simplemente dijo eso el psiquiatra.
- Estuve soñando con gente que conocí estos últimos días, la casualidad fue que antes no los conocía y ahora sueño con ellos, y puedo ver a un hombre con lentes grandes que me da mucho miedo sinceramente. En mis sueños siento, es decir, veo como sombras, siento música de fondo, y también siento olores. Pero esto no es lo peor, lo peor es que me di cuenta que el lugar que veo en mis sueños es una especie de morgue, vi un cuerpo abierto con instrumentos empapados en sangre.
- Que extraño, soñar con la morgue puede significar que estás pasando en un momento de grave dolor, ¿te está pasando algo?
- ¡No, al contrario!, desde que tengo estos sueños cuando despierto mi vida pasa sin preocupaciones, tal y como a mí me gustaría, solo alguna que otra cosa mala, el otro día choque mi auto, pero igual ya en unos días pienso que estará como nuevo y no hay ningún problema, no me molesta andar en ómnibus o en taxi por unos días.
-Esto es irónico totalmente, pero no me suena extraño, es decir, hace mucho te conozco y no debería contarlo por la confidencialidad de mis pacientes, pero tengo un paciente que le pasa exactamente lo mismo que a vos.- dijo Harrison mientras se rascaba la barbilla expresando con su lenguaje corporal que estaba intentando asimilar algo dentro de su cabeza.
-¿¡En serio!? – Rodolfo se levantó del diván, acercándose y mirando con una expresión de preocupación y nervios en sus rasgos faciales.
Aumentó la tensión, Rodolfo estaba inmerso en la idea de saber quién era ese paciente. Saber que significaban todos esos sueños.

El Dr. Roberto Harrison le dijo que lo sentía pero ya se había pasado cinco minutos de la hora, pero que quería verlo pronto para seguir discutiendo sobre el tema, y hasta incluso le dijo que lo llame al día siguiente para contarle si había vuelto a tener esos macabros, acechadores e inquietantes sueños. A esto su Rodolfo con mucha incertidumbre aceptó, sin poderse quitar de la cabeza que estaba pasando, y porqué su doctor que siempre era tan calmado, frío e inexpresivo demostró tal interés.

Llegó a su hogar y se acostó a dormir, rogando a Dios y a cualquier entidad existente que tenga piedad de él y lo ayuden a no seguir siendo acosado por estos visitantes nocturnos.

Ferchu Fernández

1 comentario:

  1. Muy buena Ferchu!, hah chan, me des a pensar muchas cosas, y mas te vale que no me mandes un final como el de lost que todos se mueren porqe te mato MJ ¬¬.

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