El sentimiento más noble y más idiota.
El que al odio y a la tristeza a veces derrota.
Pero apresado en el corazón simplemente lo explota.
Aunque sea una vez se lo debe de sentir.
Se transforma en dolor cuando se debe reprimir.
Y de sentirlo hasta puede profundamente deprimir.
A veces es tan injusta la injusticia.
Siempre nos maltrata pero antes nos acaricia.
Nos miente, nos atrapa y después de todo ella nos vicia.
Usa solo unas perfectas tentaciones.
Luego nos va persuadiendo con más distracciones.
Y nos remata simplemente con horrendas traiciones.
Ferchu Fernández
24/11/11
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